Con frecuencia, las personas se sienten inseguras sobre cómo ayudar a alguien en duelo tras una muerte u otra pérdida importante. Lo que la mayoría de las personas necesita tras una pérdida es recibir consuelo y cuidados por parte de la familia y amigos. Escuchar, hacer mandados o simplemente estar presente son algunos de los ejemplos de cómo puede apoyar a un amigo o familiar en duelo.
Cuando las personas están en duelo (también llamado luto), con frecuencia se intensifican los pensamientos y las emociones. Lo más importante que puede hacer para demostrar que le importa es estar presente. No es necesario ofrecer consejos o sugerencias sobre lo que una persona debería hacer o sentir. En su lugar, intente estar cómodo con la persona que le importa, escuchar o tomarse la mano es de mucha ayuda.
No hay una forma correcta para experimentar el duelo o el luto. Tenga cuidado de no imponer sus ideas, creencias y expectativas en alguien más, sin importar cuánto crea que podría ayudar. Es importante entender que la manera en que una persona responde ante una pérdida refleja las tradiciones culturales y familiares únicas de dicha persona.
Las siguientes son algunas sugerencias de formas en las que puede ayudar a un amigo o familiar en duelo:
- Reconozca todos los sentimientos. Sus reacciones de duelo son naturales y necesarias. No juzgue qué tan bien o mal están afrontando la situación.
- Entienda y acepte las perspectivas culturales y religiosas sobre la enfermedad y la muerte que podrían ser diferentes a las suyas. Por ejemplo, si una familia decide no permitir que sus hijos asistan al funeral debido a la creencia de que los niños no deberían exponerse a la muerte, respete su decisión, aunque no sea lo que usted haría en su lugar.
- Reconozca que la vida no “se sentirá igual” y que es posible que la persona no pueda “volver a la normalidad”. Ayude a la persona a renovar su interés en las actividades y pasatiempos previos, cuando esté lista, o a que descubra nuevas áreas de interés. Ofrezca sugerencias como “vamos al museo el sábado para ver la nueva exposición”, pero acepte si se rechaza su invitación.
- Esté dispuesto a involucrarse por mucho tiempo. Su amigo o familiar necesitará su apoyo o presencia en las semanas y meses posteriores, después de que otras personas se hayan retirado.
- Sea específico en su disposición para ayudar. Ofrezca ayuda con tareas como el cuidado de los niños o la preparación de alimentos. Por ejemplo, sugiera: “traeré la cena el jueves, ¿cuántas personas habrá?”.
- Identifique a los amigos que podrían estar dispuestos a ayudar con tareas específicas de manera regular. Realizar tareas como recoger a los niños de la escuela o resurtir medicamentos puede ser de gran ayuda.
- Póngase al día con su amigo o familiar conforme avanza el tiempo y pasan los meses. Ponerse al día de manera periódica puede ser de ayuda durante los primeros dos años tras una muerte. Manténgase en contacto al escribir una nota, llamar, visitar o quizá llevar flores.
- Sea consciente de las festividades y los días especiales. Para alguien en duelo debido a una muerte, algunos días pueden ser más difíciles y se puede intensificar el sentido de la pérdida. Los aniversarios y cumpleaños pueden ser especialmente difíciles. Algunas personas encuentran de ayuda rodearse de familiares y amigos, mientras que otras prefieren evitar las tradiciones e intentar algo diferente. Invite a alguien que, de otra manera, estaría solo durante las festividades o un día especial, y reconozca que puede o no aceptar su oferta.