Conforme las enfermedades se agravan, es importante tener comunicaciones claras con sus médicos. Nuestros consejos para hablar con sus médicos sobre enfermedades graves y opciones de cuidados incluyen cosas prácticas que puede hacer y pensar antes, durante y después de sus citas.
Todos, incluidos los médicos, pacientes y cuidadores, pueden frustrarse debido al sistema de atención médica. Es fácil presentarse a una cita médica ya frustrado y molesto. Es fácil, pero en realidad no es útil. Intente lidiar con sus emociones antes o después, si le es posible. Sus médicos no pueden cambiar necesariamente el sistema de atención médica y solo son una parte de su equipo de apoyo en general, que incluye a otros proveedores de atención médica, pero también a sus amigos y familiares.
Cómo sacar el mayor provecho de su consulta médica
Antes de la cita:
- Haga una lista de todos los medicamentos que toma, incluidos los suplementos y los medicamentos de venta libre.
- Si verá a un nuevo médico, haga un resumen de su historial médico que incluya cirugías, enfermedades y afecciones importantes, como la diabetes o alergias. Lleve una copia en papel para que se pueda agregar a su expediente médico.
- Averigüe cuál será la duración de la cita.
- La cantidad de cosas que podrán abordar dependerá del tiempo que tengan.
- Si tiene una lista larga, programe una segunda cita o pida más tiempo con anticipación.
- Organice sus pensamientos y escríbalos.
- ¿Qué es lo que más le molesta?
- ¿Qué espera aprender o entender?
- Revise la Guía para hablar con su equipo de atención médica y la Guía para tener conversaciones sobre enfermedades graves de The Conversation Project para ayudar a organizar mejor sus pensamientos.
- Si hace una búsqueda en Internet, sea consciente de visitar sitios confiables como WebMD o Mayo Clinic.
- Resuma los puntos importantes que aprendió si considera que le será de ayuda.
- No llegue con un montón de papeles esperando que su médico pueda leerlos todos durante la cita.
- Si es posible, lleve a alguien con usted que pueda hacer lo siguiente:
- Tome notas o grabe la sesión.
- Le ayude si olvidó mencionar algo importante para usted.
- Hable en su nombre si a usted se le dificulta hacerlo.
- Informe al consultorio si necesitará un intérprete.
- Lleve sus tarjetas del seguro y cualquier información de contacto que quieran proporcionarle al médico.
Durante la cita:
- Hable primero sobre las cosas más importantes.
- Repítale al médico lo que escuchó y pregúntele si entendió bien.
- Escriba cualquier información nueva.
- Hacia el final de la cita, pregunte qué sucederá después.
- ¿El médico le escribirá una receta?
- ¿Debe programar otra cita? ¿Cuándo? ¿Con quién?
- ¿Hay pruebas que necesite programar? ¿Cuándo?
- ¿Cuáles son los efectos secundarios de los medicamentos o los tratamientos recomendados?
- ¿Cómo sabrá si está mejorando o si el tratamiento está funcionando? ¿Cuánto tiempo debe esperar para ver los resultados?
Después de la cita:
- Revise la información que escribió e intente responder cualquier pregunta que tenga.
- Resurta sus medicamentos recetados y programe cualquier cita de seguimiento necesaria.
- Infórmele a su médico si está teniendo problemas.
¿Cuáles son las expectativas razonables al hablar con un médico?
- Debe ser escuchado y tratado con respeto y cortesía.
- Deben hablarle en un idioma que entienda.
- Debe ser tratado como una persona y no como el representante de un género, raza o cultura.
¿Cuáles son las expectativas razonables que un médico tiene sobre usted?
- Se espera que usted le trate con respeto y cortesía.
- Se espera que usted sea honesto.
- Se espera que usted pregunte sobre las cosas que no entienda.
- Se espera que le dé seguimiento a lo que usted aceptó o que informe si no lo está haciendo.
Cuando se ve a tantos médicos, ¿cómo se le da seguimiento a todo?
Durante la mayor parte de su experiencia, su médico de atención primaria o “médico familiar” fue su conexión principal con el sistema de atención médica. Ahora, es posible que esté viendo a varios médicos, cada uno centrado en una parte de usted o de una afección, y puede que hablen o no entre ellos.
En ocasiones, hay navegadores o defensores disponibles para ayudarle, pero con frecuencia se deja que el paciente y sus cuidadores den seguimiento a todo esto.
Para facilitar la comunicación:
- Escriba todos sus diagnósticos y medicamentos. Compártalos de manera digital o en papel con cada médico.
- Pregúntele a cada médico qué pruebas quiere revisar. Al programar sus pruebas, indique a dónde quiere que se envíen los resultados y también pida una copia para usted.
- Todos sus expedientes médicos y resultados de las pruebas son suyos, por lo que puede obtener copias si las solicita.
- Si todos sus médicos forman parte del mismo sistema, vea si puede programar todas sus citas el mismo día.
Problemas de comunicación a considerar conforme se acerca el final de la vida
Los últimos años, meses o días del paciente pueden ser sumamente estresantes e inciertos. Sería útil que se pudiera predecir de manera exacta lo que sucederá y cuándo. Sin embargo, nadie, ni siquiera los médicos, pueden predecir con exactitud cuánto vivirá una persona, por lo que con frecuencia no quieren responder a la pregunta “¿Cuánto tiempo de vida me queda?” o “¿Cuánto tiempo vivirá?”.
Un enfoque útil es preguntar algo como “¿Le sorprendería si (nombre) muriera en seis meses?”. Al plantear la pregunta de la esperanza de vida de otra manera, es más fácil responder.
Preguntar cuánto tiempo de vida le queda a una persona es delicado. Algunas personas pueden reconocer cuando ellas o alguien que les importa morirá, mientras que otras personas sienten que reconocer incluso la posibilidad de la muerte es darse por vencidas o perder la esperanza.
Los médicos también son personas. A veces es difícil para ellos aceptar que no pueden hacer nada más, por lo que es posible que quieran resaltar lo positivo, por incierto que sea. Eso puede ser exactamente lo que algunos pacientes, cuidadores y personas del círculo cercano quieren. Es posible que otros médicos prefieran que las comunicaciones sean más directas y equilibradas para que ambas posibilidades y probabilidades se presenten.
Si no está recibiendo la información que quiere y necesita por parte de su médico, pregúntele directamente lo que quiere saber (“¿Me estoy muriendo?” o “¿Le sorprendería si papá muriera en los siguientes dos meses?”), pero intente entender que predecir la mortalidad no es una ciencia exacta.