CaringInfo habla a profundidad sobre cómo hablar con los demás, pero algunas de las comunicaciones más importantes tienen lugar en su mente. Así sea paciente o cuidador, lidiar con una enfermedad grave es difícil. Los mensajes que se da a usted mismo influyen en la experiencia.
Está lidiando con muchas realidades: tratamientos, citas médicas, surtido de medicamentos, preparación de comidas, la lista es prácticamente interminable. Y ninguna forma de pensar hará que eso desaparezca. Sin embargo, el panorama sí se puede facilitar o dificultar con algunas de las conversaciones que por lo general tiene con usted mismo.
Pensamientos que pueden dificultar las cosas
“No lo estoy haciendo bien”: No hay una forma correcta, solo la forma en la que está haciendo las cosas. La perfección es un mito y perseguirla resulta dañino. Haga lo mejor que pueda y recuérdese que eso es lo que está haciendo. Proporcionamos sugerencias sobre cómo organizarse y prepararse que podrían ayudar.
“No debería sentirme así”: Este es uno de los pensamientos más corrosivos. Se va a sentir como se siente. No hay nada inherentemente malo o bueno con sus sentimientos, solo algunos son más fáciles que otros. Para parafrasear a R.D. Laing: “la vida es dolorosa y el único dolor que puede evitarse es el dolor de evitar el dolor”. Es decir, cuando intenta evitar los sentimientos difíciles por mucho tiempo, solo dificulta las cosas. A veces tiene que “guardar” sus sentimientos para poder hacer algo o sobrellevar un momento difícil, pero tarde o temprano se dará cuenta de que los sentimientos siguen ahí. En medida de lo posible, ayuda hacerse un espacio y tomarse el tiempo, solo o con una persona de confianza, para experimentar esos sentimientos y dejarlos formar parte de usted. Puede no ser fácil, pero puede ayudar, en particular, a largo plazo.
Cualquier pensamiento que empiece con “las personas van a decir” o “van a pensar”: Es posible que otras personas piensen o digan lo que usted teme, ya sea por ignorancia o por su propia visión del mundo, o solo por emitir un juicio. Es muy fácil decir que no se preocupe, pero es más difícil hacerlo. Sin embargo, en la medida de lo posible, aléjese de ese territorio. No hace ningún bien y esas personas no están viviendo su vida.
Pensamientos que pueden facilitar las cosas
“Estoy haciendo lo mejor que puedo”: Eso es todo lo que podemos hacer y es mucho. Con frecuencia, las responsabilidades de brindar cuidados nos llegan por una circunstancia de vida y simplemente hacemos lo que necesita hacerse. Calificar qué tan bien lo hacemos no es útil.
“Esto no durará para siempre”: La mayoría de nosotros tendemos a sentir que lo que nos está pasando ahora durará para siempre. A veces, queremos que así sea, pero, con frecuencia, en realidad no. Sin importar si son buenos o malos momentos, las cosas cambiarán.
“Primero lo primero”: Es un viejo dicho, pero es muy útil. A veces, enfocarse en las pocas cosas que realmente son importantes nos permite dejar ir el resto y, tal vez, tomar un respiro.
“Voy a tomarme unos minutos para mí”: Hay muchas ofertas de meditación y autoayuda que podrían serle útiles, pero incluso tomarse unos momentos para sentarse tranquilamente, respirar y estar presentes con nosotros mismos puede ayudar mucho.
Si está teniendo pensamientos difíciles de manera constante
Hay muchos recursos disponibles para usted, como grupos de apoyo en línea o en persona, hablar con un amigo de confianza o consultar a un terapeuta. Hay ayuda disponible, las 24 horas al día, los 7 días de la semana, por teléfono o chat, en la línea nacional de prevención del suicidio The National Suicide Prevention Lifeline (800-273-8255.)